En esta segunda ruta por los pueblos de Arquitectura Negra de Guadalajara que te propone Clavedemujerviajera hay que coger la carretera Gu-186 y dirigirse a Tamajón. A continuación, el paseo continúa por Campillejo, Campillo de Ranas y acaba en Majaelarayo. Cada uno de estos rincones esconde una serie de peculiaridades que describo a continuación.

Ciudad encantada de Tamajón

Tamajón es la puerta de entrada de los pueblos de Arquitectura Negra de Guadalajara. Tras una visita al pueblo en el que destacan el Palacio de los Mendoza de estilo renacentista y actual sede del Ayuntamiento, así como la iglesia románica del siglo XIII, no queda más remedio que pasear por uno de los parajes naturales más llamativos de la zona: la ciudad encantada. La llaman así por sus formaciones rocosas.

En este entorno, lo aconsejable es pasear y dejarse llevar por el paisaje que ofrecen las esculturas de roca que se han creado con el paso de los años debido a la acción erosiva. A mí me sorprendió porque hasta el momento solo conocía una “ciudad encantada”, la de Cuenca, que es la más famosa, pero esta y otras muchas que he descubierto después disponen también de mucho “encanto”, y valga la redundancia.

En este entorno, lo aconsejable es pasear y dejarse llevar por el paisaje que ofrecen las esculturas de roca.

Unos pasos más arriba se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de los Enebrales que tiene merenderos para sentarse a comer tranquilamente, donde a su vez hay marcadas varias rutas de senderismo.

Datos prácticos y ubicación

Con niños	Aparcamiento
✅	En el pueblo. En la Ciudad encantada hay una explanada y también se puede dejar el vehículo en la ermita.

Campillejo

Las dimensiones de esta localidad son más propias de una aldea que de un pueblo, pero este detalle no implica que las calles de Campillejo dejen de ser una clara muestra de las construcciones negras que configuran esta ruta guadalajareña.

Lo más pintoresco es el modo en que está estructurada la localidad, que no sigue un orden específico ya que sus habitantes erigían sus edificaciones en función de sus necesidades. A pesar de ello, se pasea bien, aunque al ser muy pequeña aparcar puede ser dificultoso en temporada alta.

Lo más pintoresco es el modo en que está estructurada la localidad, que no sigue un orden específico.

En su parte central destaca una pequeña iglesia que se restauró en el último tercio del siglo XX usando para ello los materiales primigenios y manteniendo su forma original. La sacristía se encuentra anexa a uno de sus muros.

Desde este lugar parten o pasan varias rutas de senderismo, pues se ubica en el centro de varias zonas montañosas: Pico Ocejón, la Sierra de la Puebla y las Sierras de Ayllón y el Rincón.

Datos prácticos y ubicación

Con niños	Aparcamiento
✅	En el pueblo.

Campillo de Ranas

Este es un pequeño municipio con una superficie aproximada de 92 km2. Se halla a unos 62 kilómetros de Guadalajara y a una altitud de 1.100 metros. De él dependen los aledaños Campillejo, El Espinar, Roblelacasa, Matallana, El Vado y La Vereda.

Junto a todos estos lugares forma un concejo, que a principios del siglo XX incluso era más grande, pues lo integraban también El Guijón, Povedillas y  Roblendo.

La construcción del conjunto, con el Pico Ocejón vigilante, es similar al resto de estos núcleos urbanos caracterizados por sus casas de pizarras negras. Y la mejor manera de descubrirlo es caminando por sus recovecos y calzadas empedradas.

Llama la atención la Torre del Reloj Solar que se sitúa en la plaza y es uno de los símbolos más emblemáticos de Campillo de Ranas. Antiguamente fue la casa del cura, hasta que el Ayuntamiento la reconstruyó para convertirla en lugar de encuentro.

Llama la atención la Torre del Reloj Solar que se sitúa en la plaza y es uno de los símbolos más emblemáticos de Campillo de Ranas.

Otra curiosidad es que Benito Pérez Galdós menciona al pueblo en uno de sus Episodios Nacionales, el volumen IX. En concreto, al inicio del capítulo tercero: «Juan Martín ‘El Empecinado». Un personaje picaresco,Viriato, guerrillero de la partida de «El Empecinado», es el que dice ser oriundo de esta localidad:

Yo, señor oficial, estudiaba en la Complutense cuando declaramos la guerra a Napoleón. Soy hijo de unos labradores del Campillo de las Ranas, y vivía en Alcalá unos días de limosna, otros de la sopa boba y otros de lo que mis compañeros me quisieran dar… En los veranos era el primer corredor de tuna que se ha conocido desde que el gran Cisneros fundó la Universidad.

Benito Pérez Galdós.

Datos prácticos y ubicación

Con niños	Aparcamiento
✅	Hay un parking gratuito antes de entrar al pueblo (no es muy grande).

Majaelrayo

La última parada es en Majaelrayo. Su nombre hace alusión a la vocación ganadera del lugar, abundante en pastos, de ahí: Majada del rayo.

Su nombre hace alusión a la vocación ganadera del lugar, abundante en pastos, de ahí: Majada del rayo.

Se trata también de un pueblo pequeño y además de sus construcciones negras destacan las distintas rutas que se pueden hacer. Desde aquí mismo hay un camino que sube hasta el Pico Ocejón (2.048 metros), aunque si no queremos llegar tan alto podemos quedarnos en Peña Bernardo, que son unos 1.600 metros o  en el Collado de la Pradera de la Madita, alrededor de 100 metros más. El paisaje es espectacular y las vistas desde el Pico Ocejón son una experiencia para vivirla.

Datos prácticos y ubicación

Con niños	Aparcamiento
✅	Hay un parking gratuito antes de entrar al pueblo (no es muy grande).

Subida al Ocejón

Con niños	Dificultad	Distancia
❌	Media	12,7 Kilómetros (ida y vuelta)