Iznájar es un pueblo de Córdoba coronado por el Castillo Hisn-Ashar en su punto más alto y formado por empinadas calles repletas de singulares museos y miradores. El río Genil, el arroyo de Priego (su embalse) y la Sierra de las Ventanas, configuran el entorno natural que lo rodea. Su fortaleza defensiva, el Patio de las Comedias o los distintos balcones desde los que se atisba el paisaje circundante son algunos de los puntos que más me llamaron la atención.
También tuve la oportunidad de conocer la iniciativa Urban Knitting Córdoba, un evento protagonizado por las mujeres del pueblo y sus 19 aldeas, y que consiste en la creación de figuras de todo tipo haciendo ganchillo. Esto me permitió descubrir que es una localidad con personas de gran creatividad además de interesantes artistas.
Vídeo de Iznájar
Castillo Hisn-Ashar
El nombre de Iznájar está vinculado al de su propio castillo, que es la génesis de esta localidad andaluza. Así, proviene del sustantivo árabe “hisn”, que significa “castillo”, y del adjetivo “al-ashar”, es decir, “alegre”. La fortaleza se sitúa a 533 metros y llegar andando hasta ella es todo un mérito (lo digo por experiencia propia), pues las callejuelas que configuran esta villa tienen una pendiente considerable, por lo que si dejamos el coche en la parte baja que, dicho sea de paso es donde mejor se aparca, tendremos que ser conscientes de este pequeño detalle (especialmente en verano).

Cuando yo llegué era a primera hora de la mañana y a pesar de ser primavera hacía bastante calor, aunque a esa hora el paseo era llevadero. Además, estaban los operarios del Ayuntamiento limpiando la ciudad para dejarla impoluta cuando comenzasen las horas de mayor actividad tanto turística como del propio municipio. Precisamente una mujer, de pelo y tez muy oscuros, muy andaluza, que estaba en estas tareas nos informó a las puertas del castillo, que este no se abría hasta las diez de la mañana. De modo que a mi pareja y a mí nos tocó esperar en un banco que se encuentra pegado justo a la pared de la entrada al monumento.
El nombre de Iznájar está vinculado al de su propio castillo, que es la génesis de esta localidad andaluza.
Al poco apareció el responsable que abrió las puertas del castillo y comprobamos que nada más entrar, de frente, está la Biblioteca municipal, pero esta es la última estancia que se ve tras finalizar la visita. En sus orígenes fue una ampliación de esta construcción y se usó como almacén de cereales, hasta que en 1989 se restauró manteniendo los arcos del interior (bastante curiosos) y la estructura. En su interior hay expuestas varias obras, principalmente de autores iznajeños.
A lo largo del recorrido del castillo se han preparado una serie de audioguías que se descargan a través de códigos QR, paneles explicativos y un vídeo en una sala habilitada en la que se cuenta su historia. El día 30 de junio de 2010, tras una importante intervención arqueológica, Iznájar recupera este edificio, su monumento más emblemático de su patrimonio histórico, según reza en un cartel en su interior.
En el castillo también hay una exposición con dagas y espadas de la época, y la sala de las Caballerizas, con una muestra de oficios y piezas artesanales.
Destaca la Torre del Homenaje con un espacio dedicado al escritor gaditano Rafael Alberti, donde se inspiró para escribir su obra La arboleda perdida, y en la que hay un poema dedicado a dicha torre. Como detalle importante, añadir que las vistas del pueblo desde aquí son impresionantes.
Lo cierto, es que esta población es muy literata, y prueba de ello es la reciente creación de la Ruta Poética “Tras los poemas perdidos”, en la que a lo largo del pueblo se recogen fragmentos de casi 50 poetas españoles e hispanoamericanos. Estos aparecen repartidos por marquesinas de autobuses, ventanas, rejas, lugares emblemáticos, etc. Lo comprobarás a medida que pasees por sus calles.

En el castillo también hay una exposición con dagas y espadas de la época, y la sala de las Caballerizas, con una muestra de oficios y piezas artesanales. En la parte inferior de esta última, según entras a la derecha, se puede contemplar uno de sus calabozos donde hay unos auténticos grilletes y ¡¡cómo pesan!!
En el exterior, en el centro del Patio de Armas, sobresale su aljibe, uno de los más grandes de la época y cuyo sistema de recogida de agua funciona en la actualidad.
El Patio de las Comedias
Uno de los lugares más llamativos de Iznájar es el Patio de las Comedias. Se sitúa a la derecha de la Parroquia de Santiago Apóstol -otro de sus monumentos importantes-, y antes de llegar al castillo, en el barrio de la Villa y en su recinto amurallado. En la época medieval era el zoco. Su visión es bastante espectacular pues se trata de un típico rincón andaluz rodeado de macetas azules llenas de coloridas flores, que resaltan inevitablemente sobre el fondo blanco de las casas que lo conforman. En su centro hay una fuente con la estatua de una mujer y al fondo a la izquierda el “Rincón del beso”, algo que, por cierto, es típico de otros pueblos andaluces como por ejemplo el cercano Priego de Córdoba.

En la época medieval, el Patio de las Comedias era el zoco.
Al bajar las escaleras que hay al frente en su lado derecho, aparece un pequeño balcón que ofrece unas bonitas vistas del pueblo. Al final, luce la Torre de San Rafael, que alberga una casa cueva y es la actual sede de la Hermandad de los Apóstoles.
Plaza de Rafael Alberti
Esta Plaza dedicada al poeta de Cádiz se ubica tras la Parroquia de Santiago Apóstol. La inauguró él mismo en 1989 en una segunda visita que realizó a Iznájar. Al igual que en el castillo aquí se recoge también el poema dedicado a la Torre del Homenaje de La arboleda perdida. Mientras que en su centro se pueden leer algunos textos originales de Antonio Quintana Jiménez, autor oriundo de la villa.
Se trata de una plaza pequeña, pero tiene su encanto, quizá por los azulejos que decoran bancos y paredes.

Miradores, Playa de Valdearenas y museos
Como es de imaginar y por lo que he ido contando, el pueblo de Iznájar se conoce también por tener una serie de miradores. Cada cual ofrece una vista distinta de la propia localidad o de su paisaje, y ninguno desmerece. Las montañas repletas de olivos son una preciosa imagen de este entorno, lo comprobarás al detenerte en más de uno.
Uno de los primeros se encuentra en el Barrio y Tajos del Coso, y se llega a él por una de las calles principales de subida al casco histórico: la calle Córdoba. Luego hay otros muchos que van surgiendo por sus calles como el Mirador La Villa o el de Cruz de San Pedro.

El paraje o playa de Valdearenas se encuentra antes de entrar en el pueblo y se conoce como el Lago de Andalucía o el embalse de Iznájar.
El paraje o playa de Valdearenas se encuentra antes de entrar en el pueblo y se conoce como el Lago de Andalucía o el embalse de Iznájar. Está rodeado de pinos y formado por una arena de tono arcilloso muy fina. En él se pueden practicar distintos deportes náuticos o dar paseos en un barco turístico. Yo tuve la oportunidad de verlo a la puesta de sol y ofrece una estampa muy relajante (al menos es la sensación que me produjo a mí).
Muy cerca del paraje de Valdearenas -en la carretera que dirige a este-, está el Centro de Interpretación del Embalse, donde se explica con detalle la fauna y la flora que rodea la zona.
Por otro lado, comentar que Iznájar se caracteriza por su gran variedad de museos, a cada cual más original. Algunos de ellos son el Museo de Urban Knitting, el Museo de Aperos de Labranza, el Museo de Artes y Oficios o el Museo de la Judea.

‘Urban Knitting’
No podía hablar de Iznájar sin referirme a su evento anual Urban Knitting Córdoba. Este se realiza todos los años y recoge las creaciones hechas con ganchillo por un grupo de mujeres del mismo municipio y las 19 aldeas que lo forman. Este encuentro se realiza desde 2013 y siempre se escoge una temática. Este año ha sido una Feria de Ganado, ya que antiguamente esta se realizaba en el Recinto Ferial, que es donde se ha ubicado también esta exposición. Se trata de una tradición que ya se ha perdido, pero con esta recreación de animales, pastores, pastoras y tratantes de ganado, recubiertos de puntos de lana, la intención ha sido recordarla además de incentivar el turismo en esta parte de la población.
Urban Knitting Córdoba es un evento que se realiza todos los años y recoge las creaciones hechas con ganchillo por un grupo de mujeres municipio y las 19 aldeas que lo forman.

Tuve la oportunidad de hablar con algunas de las participantes de este proyecto para un reportaje que quería preparar para mi otra página web, Claves de Mujer, y la verdad es que me encantó que me contaran su experiencia. La labor que hay detrás de estas figuras es increíble y esta actividad es una forma de que las personas de esta población se relacionen, de propiciar el intercambio generacional y de tener un proyecto común. Además, muchas de las mujeres son mayores y a pesar de enfrentarse a retos que a ellas les cuestan más por la edad, al final los consiguen. Este año, por ejemplo, para desarrollar esta feria de ganado tradicional con todos sus elementos, principalmente animales cabras, ovejas, burros, gallinas, etc., se decidió recurrir a una técnica de ganchillo llamada amigurumi, que proviene de Japón y consiste en tejer pequeños muñecos mediante técnicas de croché o ganchillo.
La labor que hay detrás de estas figuras es increíble y esta actividad es una forma de que las personas de esta población se relacionen.
“Al principio, la gente se asustó un poco porque el amigurumi es una técnica muy nueva, y esto las personas mayores no lo entendían muy bien. En pequeño se hace mejor, y realizarlo a tamaño más grande costaba y por eso algunas mujeres han sido más reacias. La gente no sabía hacer los puntos grandes ni multiplicar”, me comentó Ángela, una de las tejedoras con la que conversé. Sin embargo, al final poco a poco, con paciencia se las fue enseñando y ya no les pareció tan complicado. De hecho, en las imágenes podéis ver el resultado.
Gracias a esta actividad las mujeres iznajeñas dan rienda suelta a su creatividad y su habilidad tejedora enfrentándose al reto de elaborar con sus manos recreaciones temáticas que exponen en las calles del pueblo. Personajes de Walt Disney, las Meninas, mantones de manila, cuadros como La maja vestida y hasta un tiovivo a tamaño real, son algunas de las muestras que han tejido las agujas de estas knitters.

¿Qué ver en los alrededores?
Iznájar se encuentra a una distancia muy similar (en torno a los 100 kilómetros más o menos) de ciudades importantes de Andalucía como Córdoba, Málaga o Granada. Todas ellas tiene distintos atractivos turísticos de interés. Igualmente puedes dar un paseo los alrededores y las aldeas que lo forman, hacer alguna ruta por la zona, o acercarte a Priego de Córdoba, como hice yo, que también es un pueblo encantador, que está a unos 30 kilómetros.
Datos prácticos y ubicación de Iznájar
Esta localidad cordobesa se puede visitar cómodamente con niños y además suelen tener bastante actividades para la familia durante todo el año. La mejor zona para aparcar es al final del pueblo.
| Con niños | Aparcamiento |
|---|---|
| ✅ | Al final de la carretera de acceso al pueblo. |
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