Dentro de la cordillera cantábrica a pocos kilómetros de los maravillosos Picos de Europa se encuentra el pueblo leonés de Riaño y su entorno, marcado por una peculiar historia. A sus pies se halla un embalse de aguas verdosas y azuladas, cuya creación es la que configuró la actual ubicación y estructura de la localidad rodeada de tan privilegiada naturaleza. Las vistas desde sus miradores y el paisaje montañoso es para mí lo más atractivo de este enclave. En dirección a Asturias se encuentra Posada de Valdeón (desde donde se puede hacer la Ruta del Cares), y en sentido contrario, de camino hacia León, está la Cueva de Valporquero, una formación bajo tierra con salas de grandes dimensiones. Así fue mi viaje por esta provincia del noroeste de Castilla y León.
Vídeo de la cordillera cantábrica leonesa
El embalse de Riaño
En la antesala del Parque Nacional de los Picos de Europa, el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, mira sobre la presa que provocó la desaparición de Riaño y otros serie de pueblos circundantes: Anciles, Salio, Huelde, Éscaro, La Puerta, Burón y Pedrosa del Rey, entre diciembre de 1986 y julio de 1987. En el paseo del Recuerdo que bordea parte de la orilla del embalse a los pies de Riaño se recoge lo que sucedió y cómo eran estas localidades antes de su desaparición.
Riaño se hallaba justo debajo el viaducto y en la actualidad es el pueblo más joven de León.
Riaño se hallaba justo debajo el viaducto y en la actualidad es el pueblo más joven de León debido a esta circunstancia ya que se levantó en uno de los lados de la presa tras ser engullido por las aguas. Como curiosidad añadir que a día de hoy cuando el nivel del embalse está bajo mínimos se puede contemplar el puente romano que había en uno de estos pueblos desaparecidos, en concreto, de Pedrosa del Rey. Este monumento y la iglesia de San Martín, que se reconstruyó piedra a piedra en la villa de Riaño, es lo único que queda de los pedrosanos.

La vista inicial de las aguas azuladas de la presa penetrando en las profundidades de la cordillera que lo rodea forma un auténtico paraje de ensueño. Algunos lo comparan con los fiordos noruegos, pero desde mi punto de vista, conocedora también de este paisaje nórdico, he de decir que ambos son diferentes. A mí no me gustan las comparaciones, pero si tuviera que establecer una en este caso en concreto diría que me evoca un entorno alpino. En definitiva, es precioso y esto es lo que yo pensé cuando lo vi, y todo ello sin que me viniera a la mente ningún otro lugar.
Viajes en barco y miradores
Lo primero que hice al llegar fue acercarme al embarcadero para ver si era posible hacer un viaje en barco. Hay un servicio turístico que realiza un recorrido de una hora y que se adentra en los recovecos del embalse, sin embargo es recomendable hacer la reserva previamente a través de la web habilitada para ello porque no se efectúan muchos trayectos y, sobre todo, en temporada alta suele haber bastante demanda. Yo no hice la reserva y me fue imposible. Ahora bien, si acudes una media hora antes de una de las horas de salida puede que alguien de la reserva no se presente o se haya dado de baja y tengas suerte. No fue mi caso.
Así que mi pareja y yo fuimos a explorar. Tenía muchas ganas de ver el columpio más grande de España que ya se contempla desde lejos debido a sus dimensiones poco frecuentes en este tipo de construcciones. A este se puede acceder por dos vías. Por una lado, hay que dejar el coche en el aparcamiento frente al camping de Riaño y ascender por un camino habilitado, o por otro se debe coger la carretera que atraviesa el pueblo (N-621) en dirección a la Ermita de San Bartolomé y seguir la indicaciones (un cartel de madera con la palabra “Columpio”), hasta llegar a una pequeña explanada donde aparcar. De frente, surge una especie de sendero estrecho y muy inclinado que lleva al columpio.

Como yo iba andando desde el embarcadero cogí esta última opción, pero te recomiendo que te decantes por la otra, pues el paseo es menos peliagudo (yo luego bajé por donde el camping).
Las vistas desde este punto son espectaculares. Aquí están, además del famoso columpio de Riaño, el Mirador Las Hazas, y el Corazón de Riaño, que es otro mirador.
Junto al columpio está también una curiosa Heidi, bueno aquí la llaman “Jeidi”, con su perro Chitu, un carea leonés.
Junto al columpio está también una curiosa Heidi, bueno aquí la llaman “Jeidi”, con su perro Chitu, un carea leonés. Según se explica en un cartel la Heidi de los Alpes es una prima de la de León, descendiente de unos parientes que emigraron a estas montañas hace muchos años… Y bueno la ideal del columpio tiene un claro vínculo con esta historia…
Al margen de este reclamo turístico, la verdad es que ver el columpio de cerca impresiona y montarse en él también. No dejes de hacerlo si te acercas a esta zona porque vas a disfrutar seguro. De hecho, al ser tan grande cuando te impulsas el balanceo es mayor de modo que no es necesario empujar con fuerza. Las vistas del embalse y las montañas forman una estampa preciosa. Lo mismo ocurre si vas al otro extremo, donde está el “corazón”.

Otra vez abajo, me acerqué a descubrir el “banco más bonito de León”. Este título se lo concedió un medio digital (www.ileon.com), diciendo de él lo siguiente:
“Una invitación al disfrute de la belleza, de la naturaleza, un obsequio directo a sosegar nervios, a purificar la tranquilidad del alma
Se encuentra casi frente al viaducto y merece la pena quedarse un rato sentado, dejarse embriagar por el perfil sinuoso de las montañas y una vez más por las tonalidades de ensueño del agua del embalse. Realmente, las vistas desde cualquier parte de este risco son increíbles.
A pocos metros, hay un hórreo típico leonés. Según el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752, en la montaña de Riaño había cerca de 1.000 hórreos, 82 de los cuales estaban en esta localidad. En la actualidad, se conservan 140 en toda la comarca.
En la montaña de Riaño había cerca de 1.000 hórreos, 82 de los cuales estaban en esta localidad.
El pueblo de Riaño
Del interior del pueblo, indicar que la antigua Iglesia de San Martín de Pedrosa del Rey, del siglo XVI, se trasladó piedra a piedra a Riaño. Desde entonces, es la Iglesia Parroquial de Riaño, Santa Águeda. Aquí verás también la réplica de un campanario de madera que se situaba en Burón, a 8 kilómetros de Riaño. La campana era el medio de comunicación entre los vecinos y cada toque transmitía un mensaje diferente.
Al lado de la iglesia está el Museo Etnográfico y al frente se encuentran las reproducciones de un hórreo, un chozo de pastores y un potro de herrar (para poner herraduras a las vacas).
La antigua Iglesia de San Martín de Pedrosa del Rey, del siglo XVI, se trasladó piedra a piedra a Riaño.
Por otro lado, decir que los chozos los construía el Concejo para los pastores y se ubicaban en los montes donde pastaban las ovejas trashumantes. Era la vivienda del pastor hasta que retornaban < su tierra, en este caso Extremadura. Las dos razas de perros nacidas en este entorno pastoril son el mastín leonés y el corea leonés.
Si te adentras en el pueblo es posible, como me pasó a mí, que encuentres a algunos oriundos jugando a los bolos en el espacio que hay habilitado para ello (un terreno llano y despejado con gradas para seguir el juego). En León es común este deporte, algo diferente de los bolos convencionales, y se practican distintas modalidades aunque en esta zona es frecuente el bolo riañés. En este se usa una bola redonda o esférica, de maderas duras y resistentes como la encina o el roble. También hay un espacio dedicado a la lucha leonesa, característica de la región.
Como curiosidad decir que en Riaño hay monumento al Covid, cosa que me llamó la atención…

Hacia Posada de Valdeón
La zona está repleta de senderos y es común hacer la ruta de ascenso al Pico Gilbo, sin embargo yo opté por descubrir más rincones de los alrededores. Tenía muchas ganas de ir a Posada de Valdeón, pues la primera vez que hice la ruta del Cares fue desde este pueblo.
En la carretera que lleva a esta localidad está el mirador de Piedrashitas al que te recomiendo que subas. Son solo 300 metros desde el aparcamiento y se tarda como unos 10 minutos en subir: la vista que te ofrece de los Picos de Europa es preciosa.
Posada de Valdeón es uno de los ocho pueblos que constituyen el Valle de Valdeón, en el corazón mismo del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Posada de Valdeón es uno de los ocho pueblos que constituyen el Valle de Valdeón, en el corazón mismo del Parque Nacional de los Picos de Europa. Desde aquí se pueden hacer varias rutas siendo una de ellas la del Cares (21 kilómetros, solo ida). Destaca su arquitectura popular y la cantidad de hórreos que hay en sus calles, de estilo asturiano y leonés. Para descubrirlos, lo mejor es que pasees por ellas y deleites tu vista con el paisaje montañoso que lo rodea.

Cueva de Valporquero
Esta fue la otra parada que yo hice en este viaje por la provincia de León. Me dirigí a la Cueva de Valporquero desde Posada de Valdeón, de modo que tuve que volver en dirección a Riaño por la carretera N-621. Y contemplar el paisaje que me faltaba por ver así como la presa.
En cuanto a la Cueva de Valporquero era la segunda vez que acudía y apenas me acordaba de ella. Ahora, desde luego, está mucho más acondicionada para el turismo con un aparcamiento espacioso y merenderos. Hay posibilidad de hacer dos tipos de visitas, de una hora o de hora y media. En esta última, que es por la que yo me decanté, ves dos salas más.
Junto con las Cuevas del Águila (Ávila), para mí esta cavidad, constituye una de las más bonitas que nos ofrecer la naturaleza en España.
Junto con las Cuevas del Águila (Ávila), para mí esta cavidad, constituye una de las más bonitas que nos ofrecer la naturaleza en España (al menos de las que yo he visto). Sus salas son enormes y aún continúa en formación pues el agua penetra y sigue horadando la roca. Además, se realizan expediciones de espeleología y experiencias multiaventura para conocer la cueva de otra forma.

Por último, decirte que antes de acceder a la cueva de Valporquero si vas por la carretera pasarás por las Hoces de Vegacervera, un paisaje destacado dentro de los Espacios Naturales de la Cantábrica Leonesa, constituido por paredes verticales encajonadas en la angostura del valle alto del río Torío.
Datos prácticos y ubicación
Los tres lugares que describo así como los miradores y la cueva (abrigados porque está a 7ºC) se pueden ver con niños y en familia.
| Con niños | Aparcamiento |
|---|---|
| ✅ | En todos los lugares descritos se puede aparcar fácilmente, si bien en periodos de temporada alta es posible que resulte complicado en algunos de ellos. |
En el mapa indico el punto de partida de este periplo por tierras leonesas: Riaño.
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