A tan solo 18 kilómetros de Cuenca, se haya el yacimiento de Noheda, una villa romana (siglos I a.C. –VI d.C.), que alberga un mosaico único y excepcional por sus dimensiones y porque no hay otro igual en toda España. De igual modo no se conoce en todo el Imperio Romano ninguno otro de características similares, es decir, con una estructura tan compleja y una iconografía tan variada. Igualmente destaca su estado de conservación. Actualmente está acondicionado para el público y yo he tenido la oportunidad de verlo y por ello quiero contarte mi experiencia.
Vídeo Villa romana de Noheda
Yacimiento de Noheda
El yacimiento de Noheda es lo que queda de una villa romana situada muy cerca de Cuenca, y a su vez próxima a Segóbriga, Ercávica y Valeria. Toma su nombre de la pedanía de Noheda que se halla a 500 metros y se sitúa dentro del municipio de Villar de Domingo García.
El acceso a la villa está bien indicado. Nada más entrar en Noheda, un lugar muy tranquilo en el que parece que se ha detenido el tiempo, hay varios carteles que indican el camino a seguir.
El mosaico se encuentra en una sala triabsidiada.
El yacimiento continúa acondicionándose por lo que está en obras y no se puede ver toda la villa, aunque el mosaico sí. Este se encuentra en una sala triabsidiada y cuenta con una superficie conservada de 231 metros cuadrados. Además de sus dimensiones y lo que he comentado de la complejidad figurativa, esta obra de arte destaca, entre otros cosas, porque se realizó con una técnica llamada opus vermiculatum, al parecer una de las más complejas a la hora de elaborar mosaicos.

Las visitas solo son guiadas y tienes que hacer una reserva previa en la página web. La guía nos contó cosas muy interesantes. La villa se descubrió de forma casual en el año 1984. Mientras la familia propietaria del terreno labraba sus tierras quedó al descubierto una parte del mosaico. Sin embargo, hasta el año 2005 no empezaron las excavaciones. Desde entonces el proceso ha sido lento pero se ha avanzado bastante, hasta tal punto que en 2019 se logró abrir al público.
El yacimiento se descubrió en 1.984, pero hasta 2.005 no se iniciaron las excavaciones.
Según nos explicó la guía todavía se desconoce quién pudo ser el propietario de esta edificación, que pertenece a una época en la que el Imperio romano estaba en declive, y por ello muchas personas influyentes buscaban asentamientos alejados de las ciudades. De hecho, por las dimensiones del yacimiento se cree que podía ser un personaje relevante.
Por otro lado, comentó que a la hora de construir este tipo de edificios, los propietarios siempre tenían en cuenta que estuvieran cerca de una zona que les proporcionara agua, de alguna vía de comunicación importante y cuya orografía la protegiera del clima adverso y de posibles malhechores.

Habitaciones
En la sala del mosaico era donde comían, conversaban, veían obras teatrales y, si se daba el caso, mantenían relaciones sexuales.
Por otro lado, frente a la zona del mosaico hay un espacio delimitado que todavía no se ha empezado a excavar y donde se cree que podían estar las cocinas.
La sala donde se haya el mosaico está habilitada con unas pasarelas que situadas en volandas permiten ver desde lo alto toda la estructura de la habitación y el espectacular mosaico. Aquí era donde comían, conversaban, veían diversas obras teatrales y representaciones, y si se daba el caso mantenían relaciones sexuales.
El mosaico
Según lo excavado hasta el momento y que se ha podido documentar, en primer lugar había una zona de termas que a día de hoy está cubriéndose con un techado para que el público pueda verla en un futuro. A continuación de esta hay otra estancia bastante grande, pero no se sabe bien a qué estaba destinada, se piensa que era como una sala de recepción antes de entrar en la sala triabsidiada.

El mosaico es sin duda una obra de arte musivario espectacular. La guía va explicando cada una de las escenas que aparecen en los seis paneles que configuran la estancia, repletos de escenas relacionadas con la mitología griega. El primer panel, que es donde estaría la entrada, muestra la carrera entre el rey Enómao y Pélope, pretendiente de su hija Hipodamia.
En los laterales, se recoge una compañía teatral en un lado y en el otro se reflejan distintas competiciones deportivas. Enfrente del principal, se expone el juicio de Paris y el rapto de Helena, mientras que al lado se contempla un cortejo dionisiaco. Del resto, destaca uno que se sitúa cercano a estos dos con distintos motivos marinos y florales.
El mosaicos está formado por seis paneles con escenas mitológicas, representaciones teatrales o motivos vegetales, entre otros.
En general, cada escena se contempla muy bien. Aunque hay una parte (muy pequeña) que se ha perdido por el paso del tiempo y la acción del agua, y algunas zonas están oscuras por el fuego que hicieron los que ocuparon el edificio una vez que éste quedó abandonado.

Otro detalle que contó la guía, es que las paredes de la sala muestran un relieve que no se ha observado en otras edificaciones similares. Igualmente indicó que el mármol empleado era de una gran calidad, lo que denota que el propietario podría ser alguien poderoso, como ya he comentado. Y otra curiosidad es que el sistema de calefacción era también diferente al que se empleaba normalmente en las villas romanas.
La visita dura alrededor de hora y media, y si quieres completarla en el mismo pueblo de Noheda hay un Centro de Interpretación donde se cuenta con detalle la historia del lugar y cómo eran estos espacios.
Qué ver en los alrededores
Como he comentado el yacimiento se encuentra a menos de 20 kilómetros de Cuenca, por lo que te puedes acercar a esta bonita ciudad y conocer sus casas colgadas si no las conoces. Y a unos 50 kilómetros está la ciudad romana de Ercávica.
Datos prácticos y ubicación
La carretera que lleva a Noheda es la N-320.
| Con niños | Aparcamiento |
|---|---|
| ✅ | Dentro del yacimiento hay una explanada. |
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