De ruta por las Chorreras de Despeñalagua en Valverde de los Arroyos

Las Chorreras de Despeñalagua forman un singular salto de agua escalonado y situado en la falda norte del pico Ocejón (2.048 metros), a tan solo unos dos kilómetros de Valverde de los Arroyos, pueblo negro de Guadalajara. Descubrí este bello paraje natural cuyas aguas provienen de la Sierra del Ocejón y desembocan en el río Sorbe, hace ya varios años y lo he visitado varias veces, pues cada vez que me acerco me parece diferente.

Vídeo de Chorreras de Despeñalagua

Camino a las Chorreras de Despeñalagua

El camino parte de Valverde de los Arroyos, tras cruzar la Plaza Mayor del pueblo en dirección al campo de fútbol. No tiene pérdida porque el mismo Pico del Ocejón, que exhibe su cima desde la lejanía, sirve de punto de referencia. Simplemente, has de dirigirte hacia él.

La Sierra del Ocejón o del Robledal es una estribación septentrional de la Sierra de Ayllón, que se extiende de Norte a Sur y separa los municipios de Valverde de los Arroyos (Este) y Majaelrrayo (al pie de las laderas occidentales).

A las faldas de esta montaña de piedra de pizarra nacen numerosos arroyos que a su vez son afluentes de corrientes fluviales de la zona como el río Jarama y el río Sorbe, que es tributario del río Henares. El arroyo de las Chorreras nace en la Sierra del Ocejón y discurre a lo largo de 10 kilómetros hasta desembocar en el río Sorbe.

El arroyo de las Chorreras nace en la Sierra del Ocejón y discurre a lo largo de 10 kilómetros hasta desembocar en el río Sorbe.

Al principio, el sendero discurre entre huertos de frutales, un castañar y nogueral. En Valverde de los Arroyos se cultivaban tradicionalmente diversas especies frutales como cerezos, perales y manzanos. La producción de las huertas y cultivos se garantiza con el riego del agua conducida por el cacerón, una zanja o canal de agua de unos dos siglos de antigüedad que capta agua de las Chorreras y las lleva hasta la zona de los árboles frutales. Esto lo podrás contemplar a lo largo del camino.

Chorreras de Despeñalagua en Valverde de los Arroyos

El paseo es sencillo, sin apenas dificultad, y al poco de adentrarte en él verás que hay una bifurcación, ya que desde este punto puedes ir hacia el mismo pico del Ocejón o Majaelrayo, otro bonito pueblo negro de Guadalajara. La subida al Ocejón es dura desde este lugar, y si alguna vez tienes tiempo te recomiendo que la hagas porque las vistas son preciosas una vez alcanzas la cima, pero, eso sí, la ruta es complicada, sobre todo en el último tramo.

En este caso, yo seguí en dirección a las Chorreras de Despeñalagua, pues era mi objetivo inicial. Como era invierno y había llovido el camino se mostraba bastante húmedo y en ciertos tramos muy fangoso y resbaladizo, pero quitando este leve contratiempo, el paseo se me hizo ameno pues el paisaje entre grisáceo y tornasolado intensificaba su belleza.

El paisaje entre grisáceo y tornasolado intensificaba su belleza.

Cuando vas a visitar una cascada lo ideal siempre es hacerlo en otoño o primavera para contemplarla en su máximo esplendor, pero también puedes tener suerte en invierno después de que se hayan producido lluvias abundantes. Esta circunstancia fue la que yo aproveché y me encontré con un espectáculo acuoso impactante.

En otras visitas que hice a este lugar las chorreras no llevaban tanta agua, pero en esta ocasión sí, por lo que el salto de agua de unos 80 metros de altura, mostraba una bonita estampa. Yo me quedé un buen rato a sus pies, aunque no hay mucho espacio y si el agua fluye en abundancia, menos todavía. Depende del día que vayas puedes encontrarte más o menos afluencia, pero yo tuve suerte y no había mucha gente por lo que pude disfrutar del entorno sin aglomeraciones.

Chorreras de Despeñalagua en Valverde de los Arroyos

Si lo deseas puedes llevarte un bocadillo y comer en algún rincón que encuentres en las orillas del arroyo, aunque todo está condicionado al caudal de la cascada y los visitantes que hayan decidido acercarse a las Chorrereras de Despeñalagua.

Pueblos negros de Guadalajara

Al ser una ruta tan corta te dará tiempo a visitar sin prisas el propio Valverde de los Arroyos, y contemplar su arquitectura negra (los materiales que usan son pizarra y cuarcita). El pueblo no es muy grande y se ve rápidamente, además está muy bien conservado y es bonito.

Si aún tienes ganas, también es interesante acercarse a Umbralejo, otro de los pueblos negros de Guadalajara. Este no está poblado porque está dentro del Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados, pero se puede visitar. Sus casas son también un exponente representativo de la arquitectura popular de Guadalajara y el entorno sigue siendo maravilloso con el sempiterno Ocejón de fondo.

Datos prácticos y ubicación

Con niñosAparcamiento
Hay un aparcamiento antes de entrar a Valverde de los Arroyos (a la derecha), pero suele llenarse pronto y a veces hay que buscar alternativas en las zonas aledañas.

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