La hoz del río Dulce, en Pelegrina (Guadalajara), es para mí un lugar con un encanto especial. La primera vez que paseé por este paraje hace unos 20 años, me enamoró. Y ya son tres veces las que lo he visitado. Se trata de una ruta sencilla, prácticamente llana, a no ser que se opte por subir a la cascada del Gollorio, en cuyo caso, se vuelve más compleja especialmente porque hay una subida considerable al principio.

Vídeo de la hoz del río Dulce

¿Qué tiene de especial la hoz del río Dulce?

No sé qué tiene el cañón del río Dulce, tal vez sean las aguas calmadas del río a su paso por los riscos que la bordean o tal vez sean las formas rocosas que se alzan de forma alternante a los márgenes de su cauce. Es un lugar que a mí me hace olvidarme de las preocupaciones diarias de la semana y me ayuda a evadirme por unas horas de las mismas.

El caso es que algo especial tiene, y la mejor manera de averiguarlo es experimentarlo personalmente. De hecho, este pequeño rincón guadalajareño encandiló a Félix Rodríguez de la Fuente, ya que es en este paraje donde rodó algunos de sus episodios (más de 80 capítulos) de El hombre y la Tierra. A lo largo de la ruta podrás enterarte de todos los detalles respecto a este asunto en una serie de paneles explicativos (estos no estaban las otras veces que hice este camino).

Este rincón de Guadalajara encandiló a Félix Rodríguez de la Fuente.

¿Cómo hacer las rutas?

La dos rutas de las que te voy a hablar parten de Pelegrina, una pedanía que pertenece a Sigüenza (Guadalajara). Ahora hay habilitado un aparcamiento a 600 metros de la entrada a la misma, mientras que antes se aparcaba en el mismo pueblo. Supongo que con el tiempo se ha debido producir una mayor afluencia de público y es por eso que se ha tenido que acondicionar este espacio para los vehículos.

Cuando llegas a Pelegrina el comienzo de la ruta no tiene pérdida, solo has de seguir caminando de frente, como si te dirigieras a las ruinas del castillo que se sitúan al final y que se ven claramente al hallarse sobre un cerro.

El camino

El camino más sencillo no es muy largo pues son apenas 3,7 kilómetros (solo ida), pero es fácil y no tiene ninguna subida. Existen varias zonas en los márgenes donde podemos descansar, comer o simplemente disfrutar de la naturaleza.

Las rocas a un lado del camino se elevan en formas caprichosas dando lugar a figuras pétreas que contrastan con el verde que rodea a la corriente acuosa, justo a su frente. Es aquí cuando la imaginación puede volar y considerar que esas paredes naturales son en realidad las ruinas de edificaciones pertenecientes a civilizaciones ancestrales, o simplemente los restos de animales fosilizados de hace miles y miles de años. Solo es necesario disfrutar de la senda, respirar y dejarse llevar por el ambiente que nos rodea.

El camino no es muy largo pues son apenas 3,7 kilómetros (solo ida), pero es fácil y no tiene ninguna subida.

Existe la opción de continuar andando unos kilómetros más hasta la cascada del Gollorio. Para ello tendrás que vadear el río a través de una pasarela de madera que verás en el lado derecho del camino. Enseguida verás un camino que sube y el ascenso se mantendrá hasta que llegues a la cascada. El salto de agua es espectacular, pero cuando yo fui tuve la mala suerte de que estaba seco. No obstante, solo por las vistas de todo el cañón merece la pena.

Después se cruza la cascada por arriba y se va bordeando el cañón hasta retomar el camino más corto.

Si vas con niños este último tramo es desaconsejable (en total son 12 kilómetros). El anterior sí se puede hacer con los más pequeños de la casa sin ningún problema.

Félix Rodríguez de la Fuente

La hoz de Pelegrina o el cañón del río Dulce fue uno de los paisajes escogidos por Félix Rodríguez de la Fuente para crear reservas de animales. Aquí, tras su cuidado y adiestramiento, pasaban a ser los protagonistas de sus documentales.

En el campamento que instaló en esta zona crio y adiestró varios ejemplares de lobo. Entre ellos, destacan dos lobeznos, Sibila y Remo, que se quedaron huérfanos tras una cacería. Según aparece en un panel explicativo a lo largo de la ruta, gracias a sus documentales Félix Rodríguez de la Fuente consiguió cambiar la visión de la sociedad de temor y rechazo hacia el lobo, por el reconocimiento a su espacio dentro de una diversidad necesaria.

Tal y como se indica en el cartel, en la década de los setenta se produjo una importante persecución al lobo y este hecho hacía temer que se extinguiera en gran parte del territorio nacional debido a la merma de ejemplares.

¿Qué ver en los alrededores?

De camino a Pelegrina es recomendable que te detengas en el Mirador de Pelegrina en honor de Félix Rodríguez de la Fuente. Te lo encontrarás en la carretera que va directa a la misma pedanía de la que se encuentra, a unos 2,5 kilómetros. A poco más de 8 kilómetros también puedes visitar Sigüenza.

Datos prácticos

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¿Dónde está la el cañón del río Dulce?