Cañón de la Risca en Valdeprados: patrimonio geológico nacional

El cañón de la Risca de Valdeprados (Segovia) es una de esas maravillas que la naturaleza ha creado por la acción del río Moros y que por su singularidad (hay muy pocos como él en España) forma parte del patrimonio geológico nacional. Para llegar a él hay que recorrer una senda que parte de este lugar segoviano, una pequeña población que aunque no es muy grande tiene su encanto. 

Vídeo de Cañón de la Risca

Senda de la Risca

Llegar a esta singularidad que nos ofrece la naturaleza no es complicado, pues Valdeprados es pequeño y enseguida aparecen las indicaciones para comenzar la ruta. Un camino sin apenas dificultad de alrededor de tres kilómetros (ida y vuelta). 

Este se encuentra a las afueras del pueblo y tras un pequeño tramo andando por la carretera hay que desviarse a la izquierda antes de entrar en la Finca Navas de Otero, por el camino de Las Minas. Te sugiero que de vez en cuando, alces tu vista al cielo, pues es probable que observes algún ave singular. 

Después hay una trocha terrosa y amplia por la que discurre un riachuelo. Luego surge un primer puente que cruza ya el río Moros y en este punto hay que virar a la derecha, que es cuando el camino se vuelve más estrecho. El río sigue a nuestra vera, ya mostrándose más caudaloso e incluso estrepitoso, pero es una resonancia relajante, que calma el ánimo. 

A medida que te vas acercando al Puente de los Enamorados, un cartel te avisa de que estás cruzando una falla geológica. En este te explican que las mismas fuerzas que formaron la sierra de Guadarrama hace 12 millones de años, levantaron también el bloque de La Risca cerca de 30 metros, plegando y rompiendo las rocas que se hallaban por encima. 

Cañon risca rio moros

Mientras se producía este fenómeno y el terreno se elevaba, los terremotos se sucedían. Pero esto no debe preocuparnos, según se matiza, porque “al llevar más de 10.000 años sin moverse se la considera una falla inactiva”. 

El río Moros excavó este cañón de dimensiones reducidas.

El río Moros excavó este cañón de dimensiones reducidas, pero muy especial. De hecho, el tipo de roca es un gneis, una piedra metamórfica formada a varios kilómetros de profundidad por grandes presiones y temperaturas. Debido a su estructura, es muy difícil que se formen cañones tan estrechos y profundos como el que se puede observar en la Risca. El levantamiento del bloque de gneis, así como la enérgica incisión del río Moros en los últimos 400.000 años han configurado este paisaje. 

La Risca de Valdeprados ofrece una belleza excepcional, pues existen muy pocos cañones con estas características y por eso forma parte del patrimonio geológico nacional.

Clamor vecinal

Cabe añadir que este paraje se puede disfrutar tal y como lo vemos debido a que el Ayuntamiento de Valdeprados y sus vecinos impidieron que se llevara a cabo un proyecto en la zona. En 1966, se realizó un sondeo de investigación para la construcción de un embalse de riego y ocio que pretendía ejecutarse en este paraje. 

El Ayuntamiento de Valdeprados y sus vecinos impidieron que este paisaje desapareciera.

La realización de otros embalses en la urbanización de Los Ángeles de San Rafael (Segovia) en el año 1968 paralizó esta idea. Sin embargo, en el año 2009 se retomó para abastecer a la población veraniega de la zona y recargar el acuífero de los Arenales. 

Gracias al ayuntamiento de Valdeprados al frente, el apoyo de todos los vecinos y a numerosas personas y asociaciones, se logró conservar este magnífico entorno natural.

Según la Declaración de Impacto Ambiental del 23 de noviembre de 2009, el proyecto suponía impactos significativos negativos en el área, que contaba con protecciones especiales: Lugares de Importancia comunitaria (LIC), áreas protegidas para formar parte de la Red Natura 2000 de la Unión Europea  y Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA)»Valles del Voltoya y del Zorita».

Así se determinó que era incompatible con el Plan de Recuperación del Águila imperial ibérica de Castilla y León, con el objetivo de conservación del catálogo de flora protegida de esta Comunidad Autónoma y que además perjudicaría a una zona con una diversidad botánica de excepción. Además, por primera vez en España se mencionó el impacto ambiental negativo sobre la geodiversidad como uno de los motivos para rechazar el proyecto.

Puente de los Enamorados o Puente viejo

A continuación surge el llamado Puente de los Enamorados o Puente viejo, de origen medieval. Te aconsejo que antes de proseguir la ruta te acerques a él y te sitúes sobre su pasarela de madera. Desde la misma, puedes ver el río Moros fluyendo con energía, al menos en épocas de lluvias, y atisbar el cañón. 

Gracias a la memoria transmitida en Valdeprados de madres a hijas se sabe que el arco del puente estuvo en pie hasta finales del siglo XIX. Tras su derrumbe, este paso vital tenía que reconstruirse después de cada crecida destacada del río Moros. Lo hacían con tres chopos grandes sobre los que se situaban haces de leña y barro para conseguir una plataforma por la que pasar a Vegas de Matute (el pueblo vecino). 

Cañón Risca río Moros

El puente tiene su leyenda de amor, de ahí su nombre, evidentemente. La historia, como suele ser frecuente, comprende dos pueblos: Valdeprados y Vegas de Matute. Rodrigo,  heredero de un noble linaje, recibió la orden de su padre de residir en la torre de Valdeprados para alejarlo de zonas de guerra. Guiomar, hija de un hidalgo, residía en el castillo de Vegas de Matute. Ambos, de la misma edad, entablaron una gran amistad y eran inseparables. 

El lugar donde iniciaban sus aventuras diarias era el puente que cruzaba el río Moros y unía las dos poblaciones vecinas. Al cumplir los 16 años, el padre de Rodrigo regresó con la intención de llevar a su hijo a su territorio para hacerse cargo de él y que allí «se casara adecuadamente».  

La última vez que se vieron Guiomar y Rodrigo fue en este puente. Ella dijo con tristeza que le echaría de menos pero que comprendía la situación. Mientras hablaba, él se dio cuenta de lo mucho que amaba a Guiomar y comenzó a sentir un gran dolor que solo pudo aliviar abrazándola. Ella le devolvió el abrazo llorando con enorme desconsuelo. Y así abrazados, la tristeza pudo con sus vidas. 

Mirador y Valdeprados

El camino prosigue hacia arriba y para ello hay que subir unas escaleras pedregosas en zigzag. Una baranda metálica hace que tanto la subida como la bajada,sean más llevaderas, si necesitas ayuda adicional. 

Una vez arriba la dimensión del paisaje cambia, pues las vistas ofrecen un panorama más completo de esta belleza geológica singular de España. A pocos pasos aparece el mirador donde solo queda disfrutar de la naturaleza salvaje y de este espectacular fenómeno de roca y agua. 

Valdeprados Segovia

Con respecto al pueblo, que tiene ese encanto propio de las localidades serranas de Segovia, destacan dos edificios. La torre fortaleza de los condes de Puñoenrostro, Bien de Interés Cultural, que actualmente es propiedad del escultor Luis Sanguino. Ese monumento se relaciona con la concesión del rey Enrique IV a Diego Arias Dávila en 1450, hecho histórico sobre el que existe una leyenda: «la leyenda del caballo moreno». 

Según esta, el rey decidió obsequiar a su hombre de confianza, Arias Dávila, tanto territorio como pudiera abarcar al galope con su mejor caballo. Tras partir con un majestuoso corcel negro desde el arroyo Tejadilla, junto a la ciudad de Segovia, este cayó muerto donde hoy se levanta esta torre. 

También es llamativa la iglesia de Santa Eulalia de Mérida en cuya plaza se encuentra también el Bar del Ayuntamiento. Además, te aconsejo que descubras más detalles de este pueblo dando un paseo por sus empedradas calles, pues tal vez te lleves más de una sorpresa… 

Datos prácticos y ubicación

Con niñosAparcamiento
Es una ruta corta que se puede hacer con niños.En el pueblo.


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