Recordaba los molinos de Consuegra (Toledo) alineados sobre una altiplanicie larga y llana en medio de un inmenso cielo azul. Blancos, con sus picudos tejados y sus enormes aspas detenidas, resistiéndose al empuje del viento. Y así me los volví a encontrar de nuevo, después de casi dos décadas sin pisar este rincón de tierra manchega. En medio se sitúa, como un elemento discordante, el castillo, que parece ser el vigía de estas construcciones inmortalizadas en El Quijote.
Vídeo del castillo y los molinos de Consuegra
Visita al molino Bolero
Gigantes son, sin duda, los molinos de Consuegra, pero al margen de esta alusión a la obra de Miguel de Cervantes, algo que se aprovecha como reclamo turístico, este altozano en medio de La Mancha, tiene su singularidad. Por eso he vuelto de nuevo. ¿Qué me he encontrado? Ante todo una zona más preparada para el turismo. De hecho, a pesar de que llegué a primera hora de la mañana ya había bastante gente y me topé con varios grupos de turistas, japoneses y jubilados, principalmente.
Antes de alcanzar el primer molino, se ha habilitado un amplio aparcamiento donde podemos dejar nuestro vehículo (así lo hice yo), pero hay que subir una pequeña cuesta. Ya en la zona de los molinos hay también plazas, pero son escasas y en los días de más afluencia es posible que no tengas la suerte de hallar alguna libre. Todo es cuestión de probar.

El lugar donde se encuentran los molinos es el cerro Calderico. Dicen que es uno de los conjuntos molineros más grandes y mejor conservados de España. Perduran doce de los trece que eran en sus orígenes (s.XIX). Se ubicaron en esta elevación del terreno para aprovechar mejor las corrientes de aire. Se construyeron por mera necesidad. Al ser una tierra sin apenas ríos (de ahí el nombre de la Mancha, que proviene de Al-Ansha, tierra seca o tierra sin agua), y ser el cereal un monocultivo, para transformar el trigo en harina se recurrió a los molinos de viento.
Cada molino tiene un nombre propio.
Cada uno tiene un nombre, muchos de ellos relacionados con la novela de Cervantes. Conservan su mecanismo completo Bolero, Sancho, Rucio y Espartero. La maquinaria de Rucio está preparada para funcionar y en determinadas fechas se puede ver el proceso de molienda en su interior. En el molino Bolero, está la oficina de información de turismo, donde te pueden informar de los horarios. Aquí mismo me saqué una entrada doble para visitar ese mismo molino y el castillo (2 euros el molino y 5 el castillo).

Lo primero que surge al subir las escales en caracol es una reconstrucción de una habitación y en la planta de arriba se ve toda la mecánica interna. Un vídeo explica como es su funcionamiento. Cuando las aspas comienzan a moverse impulsan al eje que a su vez traslada el movimiento por medio de una serie de mecanismos de engranaje a dos piedras o muelas que son las que trituran el trigo y lo transforman en harina.
Luego seguí en dirección al castillo mientras disfrutaba de los gigantes con aspas: Sancho, Mochilas y Vista Alegre.

El castillo de Consuegra
La visita al castillo de Consuegra se puede hacer guiada o no. Si escoges la primera opción el precio se incrementa. Yo me decanté por la primera. Esta fortaleza está vinculada a la orden de San Juan de Jerusalén, tras la cesión de Alfonso VIII en el año 1183. Sin embargo, su origen se ubica en el siglo X, donde se erigió un edificio durante el Califato de Córdoba.
La estructura heredara es característica de la orden que se encargó de la fortaleza y es muy parecida a la de un castillo que esta también poseía en Siria (Crac des chevaliers o Crac de los caballeros).
Tras un proceso de restauración a día de hoy se pueden ver algunos de sus aljibes y salas como la nave del archivo, la sala capitular, la ermita o la torre albarrana, entre otras (puedes ver su interior en el vídeo de mi canal de YouTube).
El aljibe principal tenía una capacidad de más de 200.00o litros.
El aljibe principal, que está al poco de entrar, tenía una capacidad de más de 200.00o litros. En el archivo encontraron el Libro del Becerro, de gran valor porque recogía todos los privilegios y donaciones hechos por los reyes.
Las vistas desde lo alto del castillo de la colina con sus aspados molinos y el inmenso cielo azul, son para mí lo más llamativo visualmente de la construcción.

Resto de molinos
Después continué caminando por la pasarela que conduce al resto de los molinos: Cardeño, Alcancía, Chispas, Caballero del Verde Gabán, Rucio, Espartero y Clavileño.
Desde este último, se aprecia la mejor panorámica de todo el conjunto y es uno de los mejores puntos para hacerse una fotografía.
Aunque yo no lo hice, puedes completar el día paseando por el casco histórico de Consuegra o acercarte a ver los restos de una presa romana que está a cuatro kilómetros en dirección a Urda.
Datos prácticos y ubicación
| Con niños | Aparcamiento |
|---|---|
| ✅ | Antes de subir al cerro. Es bastante amplio. Arriba hay algunas plazas, pero son escasas. |
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