Nunca había visto un castillo de color tan rojizo. Asentado sobre una prolongación rocosa desafiando aparentemente las leyes de la gravedad, el castillo de Peracense en Teruel se muestra ajeno al paso del tiempo y mimetizado con el terreno. Ese enclave sobre el que se sustenta es el final de la vertiente sur de la Sierra Menera, junto al cerro de San Ginés. El paisaje y el entorno de esta fortaleza aragonesa, considerada una de las más bellas de la región, es otro de sus encantos.
Seguir leyendo «Castillo de Peracense: una fortaleza defensiva sobre rocas rojizas»
