Hace un tiempo hice un viaje por la comarca del Maestrazgo, al este de Teruel colindante con la provincia de Castellón, y descubrí numerosos pueblos con encanto además de un paisaje impresionante. Ahora he regresado y he vuelto a rememorar algunos de los rincones de esta zona de Aragón, sumergiéndome en la historia y las calles de tres de sus localidades: Fortanete, Cantavieja y Mirambel, además de detenerme ante los descomunales picos rocosos de los Órganos de Montoro. Este fue mi viaje recorriendo unos 80 kilómetros por el maestrazgo turolense.

Vídeo del Maestrazgo de Teruel y sus pueblos

Fortanete

El primero de los pueblos en el que me detuve fue Fortanete, un bonito enclave montañés de origen medieval, situado en el valle del Río Fortanete, entre la Sierra de La Cañada y las Sierras de Tarascón y Las Lastras. Al acercarme por la carretera A-226 ya fui distinguiendo el paisaje característico del maestrazgo, compuesto de formaciones montañosas de rocas grises, barrancos escarpados, y todo ello rodeado de poblaciones que salpican este terreno a simple vista hosco.

La arquitectura popular es lo más llamativo de Fortanete, así como del resto de lugares que visité. Destaca su iglesia de la Purificación, obra barroca del siglo XVII,  y el Palacio Nobiliario de los Duques de Medinaceli, del siglo XVI, del que sobresale su gran balcón de estilo renacentista. En realidad, todo el entorno urbano del edificio y de la Plaza Mayor, reflejan el pasado señorial de la villa.

Paseando por sus calles, llegué a otro punto de interés, un puente de piedra de un solo ojo con arco rebajado.

Paseando por sus calles, llegué a otro punto de interés, un puente de piedra de un solo ojo con arco rebajado, que mantiene la inclinación del tablero habitual en los puentes medievales. Al cruzarlo es importante que observes la panorámica que ofrece, con pequeños huertos compartimentados con rústicas paredes de piedra y que constituyen una de las singularidades de Fortanete.

En este lugar, se encuentra La Fontana, una de las más antiguas del pueblo, según se cree, y que es previa a la construcción del puente. Por otro lado, cabe mencionar que durante mucho tiempo fue el único puente que existió y por ello hizo una gran labor facilitando el paso de personas y ganado.

La existencia de La Fontana se vincula al sistema de aprovechamiento hidráulico del río que se basaba en diversas fuentes y pozas. De este modo se usaban las aguas fluviales para el riego y para abrevar al ganado. En las zonas más bajas, el cauce está orlado con varios manantiales, además de La Fontana, como por ejemplo El chorro, y que antiguamente cuando no existía agua corriente en las casas, servían también para abastecimiento de agua de boca (para beber y cocinar).  

En las paredes del entorno del río y de los pozos de los huertos se pueden encontrar algunas plantas rupícolas.

Aquí aprendí además que en las paredes del entorno del río y de los pozos de los huertos se pueden encontrar algunas plantas rupícolas, es decir, las que fijan sus raíces en las grietas de las rocas y viven de ellas sin necesidad de suelo desarrollado. Una de ellas es la siempreviva, aunque también encontrarás cañigarra o cicuta, frecuente en la riera y callejas de los huertos. Es muy tóxica y al tocarla desprende un olor muy desagradable, tanto es así que ningún animal la consume. Las propiedades venenosas de la cicuta son conocidas desde la antigüedad, de hecho esta planta se hizo famosa por haberse empleado en la ejecución de Sócrates (399 a.C.), tal y como reza en un cartel que hay al lado del puente. Yo aquí me quedé sentada un rato en uno de los bancos que hay en la margen del río, descansando y disfrutando de la tranquilidad de este hermoso rincón.

Con niños	Aparcamiento
✅	En los márgenes de la carretera.

Cantavieja

Cantavieja es la capital del Maestrazgo y se ubica sobre un peñón calizo de 1.300 metros de altitud, lo que la convirtió en un lugar estratégico. Por ello, como visitante, es recomendable que te asomes a sus miradores porque lo que contemples, como me pasó a mí, no te dejará indiferente.

La historia de Cantavieja es muy extensa. Dicen que en este punto geográfico pudo alzarse la ciudad de Cartago Vetus fundada por el cartaginés Amílcar Barca (padre del famoso Aníbal que mantuvo una larga guerra contra Roma en las llamadas Guerras Púnicas). Aquí la pudo erigir mientras se dirigía a la conquista de Roma durante la I Guerra Púnica en el siglo III a.C.

Dicen que en Cantavieja pudo alzarse la ciudad de Cartago Nova, fundada por el cartaginés Amílcar Barca.

La época en la que adquirió más protagonismo fue cuando Pedro II de Aragón entregó a Cantavieja a la Orden del Temple en el año 1.212. Después, la villa acogió a numerosos caballeros de esta orden religiosa cuando Jaime II firmó su decreto de expulsión en 1.307.

Lo más impactante de esta localidad del maestrazgo es desde mi modesta opinión su preciosa Plaza Porticada y su castillo. En la calle que sube hasta la plaza lo primero que se ve es la torre de la Iglesia de la Asunción y su arco, que se encuentran adosados al edificio del ayuntamiento. Este, junto con el de Iglesuela del Cid, es de los más antiguos de la comarca del Maestrazgo.

El lugar donde está el castillo es ahora un Calvario y el acceso es gratuito. Se desconoce con exactitud cuál es su origen, pero lo que sí se sabe a ciencia cierta es que fue una importante fortaleza templaria. Cuando en 1.307, el rey Jaime II dio la orden de arrestar a los templarios de Cantavieja, el castillo aguantó un asedio de ocho meses hasta rendir una de las encomiendas más importantes del Temple en la Corona de Aragón.

El lugar donde está ahora el castillo templario es un Calvario.

En el exterior se pueden apreciar los volúmenes rectangulares de las torres de la muralla del castillo y el torreón circular que se construyó a finales del siglo XIX sustituyendo una gran torre rectangular.  El torreón se convirtió después en la ermita del Santo Sepulcro, punto final del recorrido del Calvario señalado por peirones de piedra con escenas en cerámica.

También es interesante la Iglesia gótica de San Miguel, obra de Gonzalo Funes, Castellán de Amposta, del año 1.411. En su interior destaca su sepulcro situado junto al altar y esculpido en alabastro, único en la provincia de Teruel.

Otra de las infraestructuras de la zona en la que me adentré pues me llamó la atención fueron los lavaderos. De hecho, allí vi a dos señoras mayores limpiando con afán la ropa, algo que me sorprendió. Entonces les pregunté por qué optaban por este método para hacer la colada y no la lavadora, y me dijeron que realmente aquello era divertido y que a ellas hacerlo así les suponía un entretenimiento. Es más, provenían de la ciudad y tenían sus propias lavadoras en casa pero el hecho de limpiar la ropa allí es una forma de socializar y me dijeron que tenía que probarlo porque era algo que ayudaba a olvidarte de otras preocupaciones. Así que tendré que hacerlo…

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✅	Hay varios espacios habilitados en los alrededores del casco antiguo.

Mirambel

El enclave natural caracterizado por un relieve variado junto a su patrimonio cultural es lo que me enamoraron de Mirambel. Solo caminando a través de sus calles ya captó mi atención de forma inmediata. Se trata de un pueblo precioso, como todos los del Maestrazgo, bien cuidado y con construcciones con elementos populares y señoriales. La piedra seca que circunda el paisaje se ha trasladado a muchas de estas casas que hoy da gusto contemplar mientras atraviesas sus travesías.

En 1.980, esta localidad recibió la declaración de Conjunto Histórico Artístico por ser “villa cargada de historia, conservando en su totalidad el recinto amurallado y las notables construcciones, sin alterar la imagen y el ambiente medieval”. Un año más tarde se le otorgó la medalla de Oro del premio Europa Nostra por la restauración y ordenación del conjunto urbano de la localidad. Fue la reina emérita su Majestad la Reina Doña Sofía quien entregó el premio tal y como se recuerda en una placa conmemorativa en el Portal de Las Monjas: el resultado es digno de contemplar.

En 1.980, Mirambel recibió la declaración de Conjunto Histórico Artístico.

Para mí, el casco urbano en su conjunto es una maravilla. Está lleno de torreones, iglesias, conventos, casas señoriales o populares, palacios renacentistas, el castillo… Es imposible dejar de mirar o fotografiar cada rincón de Mirambel. El Portal de Las Monjas, una de las antiguas puertas de la muralla que se encuentra adosada al convento de las Agustinas, me dejó sin habla. Presenta un arco de medio punto hacia el exterior pero que señala hacia el interior. En la parte superior sobresale su galería de tres pisos y una bonita celosía de barro y yeso. No lo pude evitar y me hice una foto bajo esta original creación. A su lado hay además un torreón de planta cilíndrica en donde se situó la sacristía de la iglesia del convento.

Desde luego, algo mágico tiene Mirambel, pues son varios los artistas que la han mencionado o usado como escenario en el campo cinematográfico. El escritor Pío Baroja escribió La venta de Mirambel (1931), en el que recoge historias y leyendas de cuando se alojó en ella.

Pío Baroja escribió ‘La venta de Mirambel’, donde recoge historias y leyendas de cuando se alojó en esta localidad.

En el año 1986 se rodaron varias escenas de la serie Clase Media, de Vicente Amadeo; en 1996, la Ermita de la Torre de Santa Ana se usó para rodar parte de En brazos de la mujer madura, de Manuel Lombardero; y, por último, la película que le dio más fama fue Tierra y Libertad de Ken Loach. De esta hay un cartel explicativo a la entrada del pueblo donde se cuenta el argumento de la película que en España se estrenó el 7 de abril de 1.995: el largometraje narra las aventuras de un grupo de milicianos del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) en el frente de Aragón durante la Guerra Civil Española. La película tuvo una buena acogida por parte del público y se dice que es una de las mejores del director británico.

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✅	En el margen del carretera hay plazas habilitadas para aparcar.

Órganos de Montoro

A unos 50 kilómetros de Mirambel está el Monumento Natural de los Órganos de Montoro. Por el camino verás que hay más pueblos que visitar, pero yo fui directamente hacia esta monumental obra de la naturaleza. La primera vez que la vi ya me impresionó pero esta segunda me volvió a pasar lo mismo.

La carretera que te lleva a esta formación calcárea es ya impresionante, pero cuando veas los órganos entonces sí que entenderás lo que te digo. Se trata de una muralla formada por el capricho de la erosión y el tiempo dando lugar a estas torres puntiagudas de apariencia gótica. Está formada por capas paralelas verticales, cinceladas por el agua hasta dar forma a cada uno de sus tubos.

Se trata de una muralla calcárea formada por el capricho de la erosión y el tiempo.

Una de las cosas que se comenta es que si la miras fijamente hasta podrás hacer que tu imaginación evoque la figura de Maese Pérez, el organista creado por el poeta Gustavo Adolfo Bécquer y que aparece en una de sus leyendas, a punto de arrancar un acorde…

Te aconsejo que te quedes un rato contemplando esta formación única. Entre sus paredes hay plantas, algo que en un principio cuesta creer, pero es así. El té de roca es la más abundante de estas paredes y es la que caracteriza el hábitat de roquedos calizos de clima mediterráneo de montaña media soleados, tal y como explican en un cartel. Pero en estas paredes además de plantas rupícolas, hay otras que también son frecuentes de otro tipo de hábitats no rocosos y que ocupan sus repisas y grietas como la siemprejunta o la arroceta.  Incluso crecen algunas como el romero, el aladierno o la carrasca, aunque no consiguen el mismo desarrollo que sobre suelos normales.

Y este fue el punto final de mi viaje a estas tierras de Teruel de las que todavía me queda mucho por ver, por lo que seguro que volveré.

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✅	En el mirador hay un pequeño espacio para dejar el vehículo.

Cómo llegar

La carretera que lleva a Fortanete es la A-226 y es la que continúa hacia Cantavieja (a unos 17 kilómetros) y a Mirambel (13 kilómetros). Después, desde Mirambel a los Órganos de Montoro es necesario coger varias carreteras (CV-120, que atraviesa la Comunidad Valenciana, la TE-8424 y finalmente la A-1702, en total son unos 50 kilómetros.

En el mapa indico el punto de partida de la ruta: Fortanete.