La comarca del Bierzo se ubica en el tercio occidental de León y comprende 38 municipios. Algunos de los lugares más conocidos de la zona son Ponferrada con su castillo medieval, las famosas minas de oro romanas, Las Médulas, o Los Ancares. Sin embargo, en este viaje que te propongo voy a mostrarte únicamente tres villas del entorno. Todos ellos tienen como características principales su paisaje y la arquitectura popular de pizarra negra. Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, Molinaseca y Peñalba de Santiago, son los tres pueblos del Bierzo que conocí en este viaje por Castilla y León.

Vídeo de los pueblos del Bierzo

Colinas del Campo de Martín Moro Toledano

Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, es el pueblo de España con el nombre administrativo más largo. Para abreviar y que sea más fácil de recordar, normalmente la gente se refiere a él como Colinas del Campo. Forma parte del término municipal de Igüeña y es una pedanía.

Se encuentra enmarcado en el Valle del río Boeza, afluente del famoso Sil, a 1200 metros de altitud y entre las montañas de varias sierras. El pico Catoute (2.111 metros) es el más conocido y son varias las rutas que ascienden hasta la cima desde la localidad.

Todo el pueblo es una ejemplo de la arquitectura de pizarra negra y su excelente estado de conservación le hicieron valedor del título de Conjunto Histórico. Antes de entrar hay una explanada donde es necesario dejar el coche aparcado dado que no se permite la entrada de vehículos no autorizados.

Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, es el pueblo de España con el nombre administrativo más largo.

La ermita del Santo Cristo es el primer edificio más singular que verás en este paseo, aunque previamente se observan ya algunas casas realmete llamativas, tanto por la forma de sus negros tejados, como por sus balconadas.

Luego, surge el puente medieval que divide al pueblo en dos y que permite fluir al río Boeza de forma natural. Yo estuve en pleno mes de noviembre durante un fin de semana lluvioso por lo que el caudal era abundante y el estrépito de la caída fluvial era considerable. Parece ser que en este punto se produjo una batalla entre el rey leonés Ramiro II y el famoso Almanzor en el año 918.

Desde este lugar, te recomiendo que camines y contemples con detalle cada recoveco de sus calles empedradas. La iglesia tiene un cierto aire de misticismo, al igual que el resto de sus rúas oscurecidas por esa piedra tan singular que predomina en las construcciones de Colinas del Campo, sin duda un precioso pueblo montañés de León.

Molinaseca

El segundo pueblo del Bierzo en el que me detuve fue Molinaseca, muy cerca de la conocida localidad de Ponferrada (a unos 9 kilómetros). Por este también circula otra corriente fluvial el río Meruelo y además es uno de los lugares más destacados de la Ruta Jacobea. En 1975, fue declarado Conjunto Histórico Artístico.

Nada más adentrarte en el pueblo desde la zona de aparcamiento ubicada en un lateral, la estampa que se presenta es la de un bonito pueblo repleto de bellas casas con la clásica estructura berciana. Yo primero vi el edificio del Ayuntamiento y la espaciosa plaza en la que se asienta. Y me dirigí hacia una de las calles paralela al mismo, la calle Palacio, que ya muestra estas construcciones populares.

Sin embargo, la calle Real, es la más importante pues es por la que pasa el Camino de Santiago y su principal arteria. Al principio de la misma está el espectacular Puente romano o Puente de los Peregrinos, del que sobresalen sus siete bóvedas de luces, pero las tres primeras están semienterradas pues pertenecían a un puente anterior. Es de sillería y puedes caminar sobre él y contemplar las vistas que te ofrece desde esta perspectiva o bien bajar a sus pies y si hace bueno remojarte en su pequeña piscina fluvial. Yo no tuve esa suerte porque al ser otoño la temperatura no acompañaba. En uno de sus laterales se contempla el Santuario de Nuestra Señora de las Angustias.

Del Puente romano o Puente de los Peregrinos, sobresalen sus siete bóvedas de luces.

Desde este punto yo me dirigí hacia la calle Real para descubrir cada detalle de los hogares berceños y que se pueden apreciar en esta vía principal que abarca desde el puente romano hasta el Crucero del Santo Cristo. Así, aquí encuentras de todo, casas solariegas con sus escudos nobiliarios y portadas de sillería, las bonitas galerías voladas de madera de castaño que tan resultonas quedan sobre las fachadas, las escaleras empedradas por los que se entra a las viviendas o las cubiertas de pizarra.

Desde aquí se aprecia la Iglesia de San Nicolás levantada sobre una loma y que a las doce de la mañana sus campanas emiten con su peculiar sonido el Ave María de Lourdes.

Al principio de la calle Real están la Casona de Don Pelegrín o Palacio de los Balboa, y el Palacio de Cangas de Pambley, enmarcado entre dos torres. Contiene además varios escudos con las armas de la familia declarados Bien de Interés Cultural. Y al final surge el Crucero del Santo Cristo, que se sitúa en una plaza con su mismo nombre y que es un motivo jacobeo. Sobre un pedestal de planta cuadrada y cuatro escalones de granito se levanta una columna octogonal sobre la que se sustenta una hornacina de cristal que encierra un pequeño crucifijo.

Peñalba de Santiago

Ya solo el paisaje que rodea al último pueblo berciano que visité es digno de que te pases a ver esta zona en algún momento que te puedas escapar. Se halla en el corazón de la comarca leonesa del Bierzo y las espectaculares formaciones montañosas que lo rodean son los Montes Aquilanos, lo configuran, y es por ello que en 1969 obtuvo el título de Paraje Pintoresco.

Es el típico pueblo que mantiene todas sus construcciones en el mismo estilo arquitectónico, en este caso, el propio del bierzo rural. De hecho, todo el pueblo, aparte de pertenecer a la Asociación de los Pueblos más bonitos de España, está declarado conjunto histórico-artístico.

Uno de los tesoros que guarda es su iglesia del siglo X, de estilo mozárabe.

Uno de los tesoros que guarda es su iglesia del siglo X, de estilo mozárabe. Declarada monumento nacional en 1931 es una singularidad de nuestro país. Según nos contó la mujer que se encontraba al cuidado de la misma va a entrar en un proceso de restauración. Un motivo, desde luego para volver. La entrada a la misma bajo dos arcos de estilo árabe resulta sin duda llamativa. Por dentro (se puede ver sin ningún coste), está bastante deteriorada y las paredes se muestran con muchas humedades, pero se aprecian ciertos elementos decorativos mozárabes.

El resto del pueblo reúne las mismas características de los dos anteriores. En este caso, lo más llamativo es lo bien recuperado y conservado que se encuentran todos sus edificios, manteniendo ese estilo rural y serrano, en un enclave privilegiado.

Datos prácticos y ubicación

Todos los destinos que propongo tienen zona de aparcamiento y se pueden visitar en familia.

Con niños	Aparcamiento
✅	En todos los pueblos hay habilitados espacios para aparcar.