Caracena es un pequeño pueblo de la provincia de Soria enclavado en un macizo calcáreo singular. Esta ubicación hace que el paisaje que lo rodea sea sobrecogedor pues se sitúa entre barrancos y cañones que invitan a asomarse sobre sus riscos. Destaca la curiosa galería porticada de una de sus dos iglesias románicas, San Pedro Apóstol, así como su castillo que se halla sobre un cerro con vistas a la villa medieval y los cortados que la rodean.

Vídeo de Caracena

La plaza y el rollo de justicia

Al llegar al pueblo medieval de Caracena nos ocurrió algo singular y es que había varios perros paseando a sus anchas justo a la entrada del mismo. Nos salieron a recibir como si fuéramos sus invitados y dos de ellos nos acompañaron durante todo el paseo. Era como si fueran nuestros guías turísticos improvisados ya que nos iban abriendo camino.

Para mí lo más singular de este rincón de Soria, fue el paisaje sobre el que se asienta. Nada más entrar a la villa ves la plaza con su rollo en el medio y el edificio que fue una cárcel antaño y que ahora pertenece a un particular. Ambos elementos eran símbolos de la justicia, que en la época medieval estaban en manos del ayuntamiento y de sus alcaldes. Esta cárcel se mantuvo activa hasta las primeras décadas del siglo XX al cambiar el sistema penitenciario de nuestro país.

Para mí lo más singular de este rincón de Soria, fue el paisaje sobre el que se asienta.

Los rollos de justicia se usaban como monumentos conmemorativos de la autonomía administrativa de la villa, es decir, indicaban que la localidad pasaba de depender de la corona a tener un dominio señorial. Igualmente, se usaban como “columnas de castigo” donde se exponía a los reos a modo de escarnio público.

La plataforma de este es cilíndrica escalonada, con un capitel en el que se representan cabezas humanas y de carnero. Al final se remata con cuatro cabezas de león salientes con argollas incrustadas donde se colocaban las cadenas y los grilletes de los ajusticiados.Pasando la cárcel se halla la iglesia románica de Santa María de la Asunción.

Pueblo medieval

Subiendo por la calle principal se descubre la estructura de este pueblo medieval soriano. Seguramente el perímetro del pueblo estaba amurallado ocupando todo el cerro. El caso es que tal y como se explica en unos de los carteles el urbanismo es típicamente medieval con calles longitudinales y estrechas que confluyen en la plaza Mayor. Las viviendas se construían con materiales de la zona (piedra, adobe y teja vana)  y se alineaban delimitando los viales.

La vía principal dirige hacia el castillo, pero antes se aprecia la llamada Casa de la Tierra.

La vía principal dirige hacia el castillo, pero antes se aprecia la llamada Casa de la Tierra. Solo quedan ruinas, pero este edificio era importante porque aquí pernoctaban los representantes de las aldeas y se celebraban las juntas vecinales. Algunos historiadores aseguran que también se utilizó como hospital.

Galería porticada de la Iglesia de San Pedro Apóstol

A continuación se halla una de las singularidades más llamativas de este pueblo medieval. Se trata de la iglesia de San Pedro Apóstol, declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1935. Es una de las representaciones románicas sorianas más relevantes, principalmente por su galería porticada.

Esta construcción posee siete arcos que se sustentan sobre columnas dobles y en el arco de la entrada sobresale una columna torsa, que a mí es lo más me llamó la atención, ya que rompe la simetría del conjunto. Sus fustes están entrelazados, de modo que es imposible no dirigir la vista hacia esta torsión de piedra que difiere de la linealidad del resto. En la zona porticada surgen de la piedra numerosas figuras esculpidas representando animales fantásticos, escenas de luchas, etc.

Esta construcción posee siete arcos que se sustentan sobre columnas dobles.

Después, el camino lleva hacia el castillo. Las vistas aquí son preciosas, por lo que te aconsejo que te lo tomes con calma y que te asomes de vez en cuando sobre los riscos para apreciar el panorama que te ofrece el barranco de los Pilones. Los canes que nos acompañaban así lo hacían, quizá porque nos querían indicar eso mismo, que nos parásemos y contempláramos con calma esa bella estampa obra de la naturaleza.

Castillo de Caracena

Del castillo, obra del señor de la villa, Juan de Tovar, solo quedan ruinas, pero es interesante verlo porque se puede intuir parte de su estructura, y aun quedan elementos en pie, que ofrecen una idea de lo que pudo haber sido. Se aprecian dos recintos, uno interior y otro exterior, así como diversas torres cuadras y cilíndricas.

Entre estas destacan las garitas situadas estratégicamente pues al ser salientes y elevadas presentan un gran campo de visión. Intercalados en los lienzos sobresalen diez cubiletes artilleros erigidos para proteger el terreno.

A lo largo de esta zona se pueden ver restos de la muralla además de las vistas que ofrece el otro barranco en el que se halla encaramada Caracena; el Barranco de las Gargantas, igual de espectacular que el otro.

Puente Cantos

Después de sentir el aire sobre nuestros rostros y empaparnos de las impactantes vistas volvimos al pueblo, y ya al salir del mismo, nuestros guías perrunos se despidieron. Sin embargo, aún nos quedaba por ver el Puente Cantos. Este se halla a las afueras del pueblo en el otro margen, pero está indicado. Antes de llegar a él se pueden ver también la fuente y el pilón, probablemente de origen medieval, y vinculados al castillo y caserío.

El puente Cantos salva el río Caracena, y fue esencial para comunicar los pueblos ubicados a ambos lados del Duero. Su origen es altomedieval y se ha sometido a varias remodelaciones.

Si te apetece andar hay rutas por el Cañón de Caracena que llevan al Yacimiento de los Tolmos donde se han encontrado restos de asentamientos pertenecientes a la Edad de Bronce. Por otro lado, en la carretera comarcal SO-V-1601 en dirección a Carrascosa de Abajo, el paisaje es precioso. Aquí te encontrarás una ermita y un poco más adelante una atalaya de origen árabe a la que se puede subir.

Datos prácticos y ubicación

Hay posibilidad de aparcar poco antes de entrar en el pueblo. El paseo por Caracena se puede hacer perfectamente en familia. Además, a unos 45 kilómetros se halla otro pueblo medieval de Soria, Rello, que también es bonito y se ve rápido.