Pueblo medieval de Soria: Calatañazor, donde Almanzor perdió el tambor

Calatañazor es uno de esos nombres que no se te olvida sobre todo después de visitarlo por primera vez. Se trata de un pueblo medieval de Soria cuyo nombre e historia ha dado lugar al famoso dicho de “Calatañazor, donde Almanzor perdió su tambor”, para indicar que este militar y político andalusí fue derrotado en una batalla en este lugar. Y aunque respecto a este suceso hay discrepancias, lo cierto es que es una de las cosas que, sin duda, recordarás una vez lo descubras. Al menos, esto fue lo que a mí me aconteció…

Vídeo de Calatañazor

Pueblo medieval de Soria

La entrada al pueblo está en cuesta, y la calle principal, llamada Real, es un claro exponente del pueblo y de su arquitectura medieval. No obstante, antes de entrar en la misma está la bonita ermita de La Soledad, templo del siglo XII y cuyo ábside es románico.

El nombre de Calatañazor proviene del árabe “calat am nasur”, es decir, castillo de los buitres. Su renombre proviene de la supuesta batalla que perdió el militar Al mansur, el victorioso, en el año 1002, en esta localidad. De hecho, tras pasar su casco urbano y la iglesia románica Nuestra Señora del Castillo, hay una plazuela con una escultura de la Asociación Torrox siglo XXI, que recuerda este hecho.

El nombre de Calatañazor proviene del árabe “calat am nasur”.

Al margen de esta curiosidad, te aconsejo que disfrutes del entorno. La arquitectura popular típica de la Edad Media rezuma por cada rincón. Su pavimento en canto rodado es ya un claro exponente de la misma, así como sus casas, generalmente de dos plantas, con muros de piedra, madera de sabina (característica del lugar), adobe y barro. Destacan los blasones de algunas de ellas, así como los balcones y aleros pronunciados.

Chimenea piraniega Calatañazor

De sus tejados destacan las chimeneas cónicas o pinariegas, que se ubicaban en las cocinas. Al tener esta forma tan singular llaman la atención. Después, he investigado  más acerca de ellas, y he descubierto que se trataba de construcciones de dos o tres metros que partían desde la cocina, que era la estancia donde las familias solían guarecerse del frío tan acusado de estas tierras.

La parte externa de estas chimeneas cónicas se cubría con tejas y se cerraban en pico con una serie de tablas ensambladas simulando una punta de lanza que se protegía con un chapitel metálico.  Las verás enseguida porque sobresalen en más de un tejado de las casas de Calatañazor.

Al subir por la calle Real, surge  uno de los rincones más característicos de este pueblo medieval de Soria.

Al subir por la calle Real, surge uno de los rincones más característicos de este pueblo medieval de Soria, su porticada plaza Mayor. Es un lugar que invita a sentarse bajo los soportales de madera que cubre la acera y sustentan los pisos superiores. Aquí verás un sugerente cártel en el que se indica que se vende una de las mejores tortas del beato, dulce típico de Soria.

Al subir por la calle Real, surge uno de los rincones más característicos de este pueblo medieval de Soria, su porticada plaza Mayor.

Justo enfrente se halla la iglesia románica Ntra. Señora del Castillo, del s. XII. De su fachada occidental destaca la portada sobre la que se aprecia un alfiz con una guirnalda ondulada de reminiscencias califales.

Te aconsejo que callejees en este punto como hice yo, y camines por la calle Bajo Las Ventanas, un paseo que descubrí por casualidad. Desde aquí las vistas del cañón en el que se enmarca el río Milanos, son preciosas. Además, verás el castillo, cuya torre del Homenaje se asoma ya desde este punto, desde otra perspectiva. Igualmente, hay varios miradores preciosos.

Calle de Calatañazor

Siguiendo este paseo descubrí varias cosas. Por una lado, un placa que conmemoraba que Orson Wells escogió las calles de Calatañazor para rodar su película Campanadas a Medianoche, en 1.964. Y, por otro, una pequeña senda que bordea por detrás el castillo y que lleva a los restos de una mini necrópolis medieval.

Se trata de un conjunto de dos tumbas que según reza en un cartel explicativo probablemente pertenecieron a un grupo familiar y que formaban parte del cementerio exterior de la desaparecida iglesia de Santa Coloma. Estaban orientadas hacia Tierra Santa, un ritual religioso que tenía como finalidad colocar los cuerpos mirando a esta dirección.

Calle de Calatañazor

Castillo de Calatañazor

Desde aquí puedes acceder al castillo de Calatañazor. De este destaca su Torre del Homenaje, a la que puedes subir, eso sí a través de unas escaleras estrechas, pero merece la pena por las vistas. Además, si tienes suerte y hay buitres merodeando la zona, podrás verlos volar muy de cerca y es un espectáculo maravilloso. Las vistas ofrecen una panorámica completa del pueblo y del llamado Valle de la Sangre.

Calatañazor

También se intuye el sabinar de Calatañazor, uno de los espacios naturales más peculiares de la geografía castellano-leonesa. Contiene los ejemplares de sabinas más elevados y longevos de la Península Ibérica. Está catalogado como Reserva Natural.

La Torre del Homenaje permite contemplar a su vez el patio de armas del castillo, donde se desarrollaban las actividades cotidianas de sus habitantes. Del mismo modo, se aprecia parte de la muralla del castillo y una zona exterior apoyada sobre el cantil rocoso y un poco más baja de la base de la muralla que se llamaba antemuralla o falsabraga.

Torre del homenaje de Calatañazor

Huellas fósiles y muralla

Ya en el exterior de la fortaleza me llamó la atención que junto al rollo de Justicia se hallaba protegida una piedra de enormes dimensiones. Así que me acerqué para indagar más acerca de la misma. Es la llamada piedra del abanico y recoge huellas fósiles de hojas y tallos de palmera de entre 10 y 25 millones de años de antigüedad. Es cierto que si te acercas, puedes ver claramente la forma característica de las hojas de estos árboles.

La muralla data de principios del siglo XII y se erigió principalmente en  la época de Alfonso I el batallador.

Después te aconsejo que sigas callejeando y te acerques hacia el lado izquierdo para ver parte de la muralla y las vistas desde este lado del pueblo medieval. La muralla data de principios del siglo XII y se erigió principalmente en  la época de Alfonso I el batallador.

Desde aquí en dirección a Muriel de la Fuente, puedes dirigirte a la Fuentona, un monumento natural formador por manantiales subterráneos, o descubrir el Sabinar de Calatañazor. Este último se considera uno de los bosque de sabinas mejor conservado del planeta, con ejemplares de 14 metro de altura y más de 2.000 años.

Datos prácticos y ubicación

Con niñosAparcamiento
Hay dos aparcamientos en las afueras del pueblo.

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