El Parque Natural de la Serranía de Cuenca, ubicado en el noreste de la provincia y perteneciente al Sistema Ibérico Meridional, esconde bellos parajes de gran valor natural y paisajístico. Detenerse en cada uno de ellos proporciona una amalgama de sensaciones, sobre todo, en algunas épocas del año, como el otoño o la primavera. En este artículo voy a describir tres lugares preciosos, dejando en el tintero otros muchos de los que tal vez escriba en otra ocasión: los callejones de Las Majadas, ‘La Raya’ y el embalse de la Toba.
Vídeo de la Serranía de Cuenca
Callejones de las Majadas
El primer lugar que visité en este viaje por la Serranía de Cuenca fue los callejones de Las Majadas. Llegar a este punto es muy sencillo, pues solo hay que seguir las indicaciones que salen desde el pueblo de Las Majadas hacia sus famosos callejones. El acceso es a través de un camino terroso o pista forestal que conduce a varios puntos, pero no hay pérdida porque están indicados.
Para ver los callejones hay una ruta marcada de algo más de tres kilómetros y medio. Parte de un aparcamiento perfectamente señalizado. Estas formaciones constituyen un enorme complejo pétreo conocido como tormagal.¿Cómo se formó? El trabajo silencioso y continuo producido por la erosión de la lluvia y el aire a lo largo de miles de años ha creado figuras de todo tipo, encajonadas en pasadizos en los que aparecen arcos, esculturas o aquello que cada cual desee imaginar. Tan singular es, que ha servido de escenario natural para el rodaje de varias películas.

Pasear por este entramado de rocas horadadas por el paso del tiempo no tiene pérdida porque el sendero está señalizado. Es cierto que a veces es un poco lioso porque el camino va por un lado y vuelve por otro paralelo y a veces da la sensación que estás pasando por el mismo sitio. Sin embargo, se ha diseñado para ver el mayor número de formaciones desde distintos ángulos.

Es un lugar laberíntico a la par que salvaje, donde puedes andar a tu aire, descubriendo cada rincón según te plazca y deteniéndote a comer o simplemente a disfrutar de este entorno único. Igualmente, en el aparcamiento hay un merendero.
Es un lugar laberíntico a la par que salvaje.
Después de este paseo que yo me recorrí en alrededor de una hora y media, me dirigí al Mirador del Tío Cogote. Hay carteles que te indican la dirección a seguir.
Desde este punto se aprecia un vasto paisaje de abundante vegetación, en el que la vista se pierde ante su inmensidad. En el interior de lo que de lo que se muestra ante nuestros ojos hay numerosos recovecos mágicos, rutas, así como diversos manantiales en dirección a Las Majadas. Estos se usaron antiguamente para la instalación de pequeños huertos tradicionales, hoy ya abandonados.

Subida a ‘La Raya’
Uña se encuentra en plena Serranía de Cuenca, una población de la que parten varias rutas de senderismo que permiten admirar el entorno configurado por espectaculares formaciones rocosas formadas hace miles de años. Una de las más famosas es la ruta circular que va de El Escalerón a La Raya (unos 9 kilómetros en total).
En esta ocasión yo fui por el camino opuesto, es decir, donde concluye la ruta circular, para contemplar únicamente ‘La Raya’ y su entorno. Ya había hecho la ruta completa unos años antes y ahora tenía ganas de compartir las sensaciones que ofrece este paisaje y caminar por este singular espacio abierto en la roca.

Uña tiene varios lugares para aparcar, pero nosotros dejamos el vehículo en una gran explanada que hay antes de entrar al pueblo o al salir de este, según la dirección que lleves. Está en un margen de la carretera CM-2105 a los pies de la laguna de Uña, un humedal semi-artificial, y al lado del río Júcar. Desde este mismo punto tendremos que seguir el sendero que hay en dirección contraria al pueblo. A pocos pasos aparece una bifurcación con varios carteles. En uno de ellos indica la dirección a seguir para subir a La Raya (hacia la derecha).
Como decía al principio la ruta completa es circular y comienza en la población de Uña y pasa por la piscifactoría y la escuela de pesca. No obstante, se puede acceder a La Raya siguiendo el camino señalizado en sentido opuesto (lo puedes ver con detalle en el vídeo del principio del artículo).

La Raya debe su nombre a la erosión diferencial que se ha producido en la base de los cortados a lo largo de una longitud considerable, de modo que desde lejos se aprecia como una raya o línea horizontal.
El camino de ascenso es pedregoso y estrecho y tiene una cota máxima de 1350 metros.
El camino de ascenso es pedregoso y estrecho y tiene una cota máxima de 1350 metros. Hay tramos que pueden hacerse un poco duros, y en el último punto cuando ya se llega a “La Raya” el camino se diluye ligeramente y no está muy definido. El terreno se vuelve rocoso y como hay un leve ascenso, te recomiendo que prestes atención para no resbalar, sobre todo al bajar.
Después, lo más interesante es caminar por la estrecha vereda y su gran pared rocosa, curva y de tonalidades blancas y grises. Las vistas de la serranía de Cuenca y la Laguna de Uña resultan preciosas desde aquí.

Si tienes curiosidad y te sientes con fuerza puedes continuar ascendiendo un poco más y completar la senda circular, aunque sea en sentido contrario. Yo exploré un poco más. La subida se hace por el lado izquierdo según miras de frente y prosigue por un sendero estrecho, un antiguo camino de caballerías que atraviesa los cortados entre encajonamientos y callejones típicos de los relieves cársticos. En este punto las vistas son también para pintar un cuadro.
Yo hice el descenso por el mismo lugar por el que subí, pero, insisto, se puede seguir la ruta circular y bajar por el otro lado.

Embalse de la Toba
A continuación, me acerqué a ver otro lugar de interés de la serranía de Cuenca y que está a unos ocho kilómetros desde Uña en sentido Tragacete: el embalse de la Toba. Este se alimenta del río Júcar y desde su presa se regula su caudal. El paisaje que lo rodea es el característico de esta zona y está permitido el baño, lo que le convierte en un lugar ideal para refrescarse en los días más cálidos del año. Puedes aprovechar para hacerlo si el tiempo lo permite o simplemente sentarte en la orilla y disfrutar del entorno.
Por último, comentarte que en la dirección opuesta a Tragacete está el mirado del Ventano del Diablo, que ofrece unas espectaculares vistas al cañón del río Júcar.

Datos práctica y ubicación
En el mapa indico el punto de partida de este paseo por la Serranía de Cuenca: Las Majadas.
| Con niños | Aparcamiento |
|---|---|
| Los callejones de las Las Majadas y el embalse de la Toba sí. La subida a La Raya, no la recomiendo con niños muy pequeños. | En todas las zonas hay espacios para aparcar cómodamente. |
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